viernes, 13 de julio de 2012

Parte meteorológico

Era uno de esos días en los que el sol y las nubes se acompañaban, probablemente de la misma forma en la que Laura estaría acompañada en unos instantes. Tenía ganas de ir a la librería, quería leer algo diferente. Una vez allí, y en medio de títulos y colores de tapas, escuchó una voz que la saludaba, su rostro empalideció, su cuerpo dio un suave temblor, los latidos de su corazón aumentaron; lo reconoció al momento. Giró su cabeza y ahí estaba, sí... era Matías. Estupefacta dijo:
-¡Matías!, ¿qué hacés acá? -junto a sus palabras su interior se revolucionó-
-¡Hola!.. Volví hace poco -para él la sensación no era muy distinta, su corazón también se aceleró y su cara no dejaba de expresar asombro-
-¡Qué pasó!
-Las cosas no andaban bien en la empresa y tuve que volver.
-¿Te habías ido a Alemania, no?
-Sí... ¿y vos en qué andás?
-Yo bien...trabajando mucho, pero bien...
Se hizo un silencio.
-Estás linda...-frenaba su impulso de abrazarla-
-Gracias...-una mezcla de enojo y alegría aturdían sus pensamientos-
-No sé qué decir... quise localizarte cuando llegué, pero no me animé.
Laura no respondió.
-¿Qué vas a hacer ahora? -continuó él-
-Me junto con amigos.
-La verdad es que varias veces quise escribirte o llamarte, pero respeté tu pedido de que no tuviéramos más contacto...
-Sí...para mí no saber de vos fue lo mejor...
-Se me ocurre que, si querés, nos podemos encontrar en algún momento.
-No sé...ya pasó tanto tiempo, ¿tiene sentido?
-Quizás no, o sí, no lo sé, pero bueno,...sabés que siempre respeté tus decisiones. Te paso mi número, si tenés ganas me vas a llamar.
Las manos de Laura estaban un poco temblorosas, le costaba registrar el número en su celular.
-Bueno...me voy -ella sólo quería huir del lugar-, se me hace tarde, espero que sigas bien...
-Dale, lo mismo para vos -dijo y cierta nostalgia dominó su ser.
Luego, evadiendo un poco el cruce de las miradas, se saludaron con un dejo de distancia, ella se fue  sin ningún libro e invadida por todos aquellos  recuerdos que, por mucho tiempo, fueron su tormento.

5 comentarios:

fus dijo...

Creo que segundas partes nunca fueron buenas y el tiempo borra las ilusiones de un pasado. Me ha gustado mucho tu relato. Enhorabuena.

un abrazo

fus

David C. dijo...

Coincido con fus "segundas partes mejor no", si una relación no funciono y termino para que otra vez intentar.
Saludos
David

Pedro Sánchez Negreira dijo...

Yo, al contrario de quienes me preceden, creo que las segundas partes pueden llegar a ser la oportunidad que hemos dejado escapar y vuelve.

Me gusta este micro, emocionalmente intenso, que nos lleva -supongo que a todos los lectores- a nuestro propio pasado. ¿Hay alguien que no haya vivido algo similar?

Un abrazo,

Eleonora Beatrice dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Arturo dijo...

Eleonora:
Sé del caso de una pareja que estuvieron de novios y no les funcionó. Se separaron y formaron familia, cada cual por su lado. Al tiempo, separados ambos de sus cónyuges, se hallaron de nuevo y formaron un hogar con dos hijos. Y viven tan felices como cualquier pareja que se precie.
Eso es lo bueno de la vida: no está predeterminada y cada día es una oportunidad nueva.
Está bien escrita y deja el final abierto. Debo admitir que según sean esas personas, serán sus posibilidades de reiniciar la relación y tener éxito en esa empresa.
Un saludo cordial.