Era uno de esos días en los que el sol y las
nubes se acompañaban, probablemente de la misma forma en la que Laura estaría
acompañada en unos instantes. Tenía ganas de ir a la librería, quería leer algo
diferente. Una vez allí, y en medio de títulos y colores de tapas, escuchó una
voz que la saludaba, su rostro empalideció, su cuerpo dio un suave temblor, los
latidos de su corazón aumentaron; lo reconoció al momento. Giró su cabeza y ahí
estaba, sí... era Matías. Estupefacta dijo:
-¡Matías!, ¿qué hacés acá? -junto a sus
palabras su interior se revolucionó-
-¡Hola!.. Volví hace poco -para él la
sensación no era muy distinta, su corazón también se aceleró y su cara no
dejaba de expresar asombro-
-¡Qué pasó!
-Las cosas no andaban bien en la empresa y
tuve que volver.
-¿Te habías ido a Alemania, no?
-Sí... ¿y vos en qué andás?
-Yo bien...trabajando mucho, pero bien...
Se hizo un silencio.
-Estás linda...-frenaba su impulso de
abrazarla-
-Gracias...-una mezcla de enojo y alegría
aturdían sus pensamientos-
-No sé qué decir... quise localizarte cuando
llegué, pero no me animé.
Laura no respondió.
-¿Qué vas a hacer ahora? -continuó él-
-Me junto con amigos.
-La verdad es que varias veces quise
escribirte o llamarte, pero respeté tu pedido de que no tuviéramos más contacto...
-Sí...para mí no saber de vos fue lo mejor...
-Se me ocurre que, si querés, nos podemos
encontrar en algún momento.
-No sé...ya pasó tanto tiempo, ¿tiene
sentido?
-Quizás no, o sí, no lo sé, pero bueno,...sabés
que siempre respeté tus decisiones. Te paso mi número, si tenés ganas me vas a
llamar.
Las manos de Laura estaban un poco
temblorosas, le costaba registrar el número en su celular.
-Bueno...me voy -ella sólo quería huir del
lugar-, se me hace tarde, espero que sigas bien...
-Dale, lo mismo para vos -dijo y cierta
nostalgia dominó su ser.
Luego, evadiendo un poco el cruce de las
miradas, se saludaron con un dejo de distancia, ella se fue sin ningún libro e invadida por todos aquellos
recuerdos que, por mucho tiempo, fueron
su tormento.
5 comentarios:
Creo que segundas partes nunca fueron buenas y el tiempo borra las ilusiones de un pasado. Me ha gustado mucho tu relato. Enhorabuena.
un abrazo
fus
Coincido con fus "segundas partes mejor no", si una relación no funciono y termino para que otra vez intentar.
Saludos
David
Yo, al contrario de quienes me preceden, creo que las segundas partes pueden llegar a ser la oportunidad que hemos dejado escapar y vuelve.
Me gusta este micro, emocionalmente intenso, que nos lleva -supongo que a todos los lectores- a nuestro propio pasado. ¿Hay alguien que no haya vivido algo similar?
Un abrazo,
Eleonora:
Sé del caso de una pareja que estuvieron de novios y no les funcionó. Se separaron y formaron familia, cada cual por su lado. Al tiempo, separados ambos de sus cónyuges, se hallaron de nuevo y formaron un hogar con dos hijos. Y viven tan felices como cualquier pareja que se precie.
Eso es lo bueno de la vida: no está predeterminada y cada día es una oportunidad nueva.
Está bien escrita y deja el final abierto. Debo admitir que según sean esas personas, serán sus posibilidades de reiniciar la relación y tener éxito en esa empresa.
Un saludo cordial.
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