viernes, 11 de noviembre de 2011

Vidas cruzadas

En una de las tantas tardes soleadas que anuncian el retorno del verano, Juan deambula por las calles de su barrio, tiene como fin leer un libro que Luis Vargas le obsequió con la tenaz intención de un reencuentro. El texto cuenta la historia de una mujer.

Entra en una plaza, da algunas vueltas, se sienta en un banco, abre la obra y da inicio a la lectura. Después de algunos capítulos, algo lo abruma. Suda, suspira, gira hacia la izquierda y luego hacia la derecha y ya no comprende. Sorprendido, intenta no dar importancia a lo que le ocurre y continúa leyendo; pero, por más que se esfuerce, le es imposible distraerse de esta impresión. Preso se encuentra, ya no oye ni los autos, ni la gente, ni las aves, sólo lee. De repente las imágenes irrumpen en su mente, pues su memoria hace que ella regrese. Entonces el reencuentro es posible.

Luis Vargas es el autor del libro y un gran amigo de Juan, quien, en su vida real, también es Leticia… la protagonista del libro.

11 comentarios:

Juan Ojeda dijo...

Muy buena la historia, tuve que leer dos veces y ahora creo que comprendí. Me dejó el sabor de ser una historia de desencuentros también, es como que todos los personajes (los del micro y los del libro) eran continuas proyecciones de los deseos de unos hacia otros, todo a destiempo.

Me pareció una manera excelente de captar esta falta de sincronía existencial.

Un fuerte abrazo.

fus dijo...

Que buena narraciòn, como nos lleva por una historia fàcil a introducirnos en la vida real de los personajes.Enhorabuena.

un fuerte abrazo

fus

Humberto Dib dijo...

No aceptar ciertas realidades provoca muchos problemas, bien lo sabés, pero tampoco creo que esos "amigos" que fuerzan a que uno vaya por el camino que sólo tomaremos cuando estemos en verdad preparados. Así que, una crítica para Luis Vargas y una felicitación para Eleonora... Y Juan, bueno, ahora deberá comprar todo un vestuario nuevo ;)
Un beso.
HD

Eleonora Beatrice dijo...

Estimado Humberto: me quedo reflexionando con tus palabras. Has enriquecido mucho a Vidas cruzadas.
Muchas gracias por estar en este espacio.
Un abrazo enorme.
Eleonora.

Adriana Alba dijo...

Se me ocurre que los personajes de "Vidas Cruzadas" nos muestran en cierta manera la dualidad del alma humana.

Me gusto mucho Eleonora.

Cariños

josef dijo...

Así que Luis Vargas escribió sobre la vida de su amigo Juan, que también es Leticia...
Muy interesante Eleonora, me dejaste pensativo...

Un abrazo.

Por cierto visítame en Moderato_Dos_josef,es el blog en el que suelo manejarme. Allí podrás leer el relato que más te llame la atención.

Bsossssssss.

Juan Pardo dijo...

Realidad , ficción , eterno maridaje que nos invade.Me encantó tu entrada.saludos poéticos.

Unknown dijo...

Un texto esquisto, con un bello mensaje subliminal de la realidad. Excelente entrada

Ricardo Tribin dijo...

Buen punto para ti y para Luis Vargas.

Fuerte abrazo!

Sabrina dijo...

Hola Eleonora.
No digo que esté mal, pero es un relato confuso me costó entenderlo. Los anteriores me parecieron mas llevaderos. Lo digo de buena leche.
Un cariño.

Sabri!!

Martín Gomez Spinnato dijo...

Todos somos presa de ella... las apariencias engañan...

...y no solo a la vista.