viernes, 29 de junio de 2012

Retorno a un Destino

Ese día, definitivamente, sería el más impactante en la vida de Luis. Recorría la Av. Del Libertador, impulsado por una necesidad extrema de caminar. Se encontraba en un momento de mucha confusión mental, le urgía pensar, pues debía resolver qué hacer y sólo le quedaban 24hs para dar una respuesta. Por razones de trabajo, tenía que decidir si se quedaba en Buenos Aires -su ciudad natal- o si viajaba a Francia para radicarse allí por varios años. Era la primera vez que se hallaba en semejante dilema, ya que el rumbo que tomara, sí o sí, lo llevaría a perder algo. Quedarse en Buenos Aires, implicaba dejar pasar la mejor oportunidad de crecimiento profesional en la historia de su carrera, ir a París implicaba alejarse de su familia, su casa, en fin, de todas sus cosas. A su vez, sentía que nada lo retenía en su ciudad, pero tampoco era tan intensa la motivación de ir a otro país. Las horas pasaban y más desorientado estaba. No comprendía por qué le costaba tanto decidirse, ya que por años había buscado perfeccionarse en el exterior, y ahora que eso era una firme realidad, vacilaba en ir. Luego de tanto cavilar, entendió que las dudas que lo atormentaban intentaban anunciarle que esa no era la vida que él quería tener.
Hoy, con una felicidad que ya no esperaba, vive en Mendoza y da clases de guitarra.

6 comentarios:

David C. dijo...

Eleonora:
Tomo la mejor decisión entonces.
Saludos
David

Pd: Ya no estoy en "Cine para usar el Cerebro", ahora tengo mi propio blog "Observando Cine". Visitame.

Stefania dijo...

A veces las decisiones demoran en llegar pero llegan. Lo importante es que sea bueno para cada uno.
Besos.
Stefi.

fus dijo...

Al final su felicidad no estaba en su dilema sinò en su interior. Un relato maravilloso, que te hace reflexionar, sobre la vida que llevamos.

un abrazo

fus

Ricardo Miñana dijo...

Encontrarse uno consigo mismo es la cuestión.
que tengas una buena semana.
saludos.

Humberto Dib dijo...

La sociedad suele imponer qué es triunfar o fracasar, pero donde verdaderamente hay que buscar esas nociones es dentro de uno mismo.
Ahora bien, si andaba paseando por la Av. del Libertador, es porque tenía dinero, ahora el dinero es menor, pasea por la laderas de la cordillera Los Andes canturreando alguna melodía que tiene que enseñar ese día.
Un beso.
HD

Arturo dijo...

Eleonora:
En mi caso, mi primer trabajo como profesional fue en Catamarca. Allí me fui a buscar mi destino. La experiencia duró nueve meses; luego, lo reintenté, ya casado, durante ocho años en diferentes localidades del interior del país. Por cuestiones de salud, al final, debí radicarme en mi lugar de origen: Buenos Aires.
Cada uno decide qué es lo que desea y -si tiene la voluntad suficiente- se encarga de hacerlo realidad.
Se podría concluir que, para tu personaje, su deseo íntimo estaba en relación con lo que hace ahora.
Está muy bueno el cuento. Todos dudamos antes de decidirnos, al menos en aquellas disyuntivas que son clave para nuestro desarrollo futuro.
Un cordial saludo.